Mundo encriptado.

El recorrido por los túneles había sido un paseo largo pero sin incidentes. Sal-07 dio un paso hacia la luz que entraba del exterior, este era la primera vez que el sol irradiaba su piel. Anduvo hasta salir completamente a la superficie. Una vez fuera dio media vuelta y observó la cúpula de GEN-02 desde fuera, en ese momento pudo ver la ciudad como un huevo lleno de seres que aun no estaban maduros para poder salir al exterior.

La inmensidad de elecciones que Sal-07 podía hacer en ese momento era un problema para él. De forma que siempre que se bloqueaba en su cabeza resonaba el dicho: “si tienes más de un camino y no estás seguro de cual debes de tomar, camina en dirección contraria a tu punto de inicio y si las cosas te van mal siempre podrás dar media vuelta y volver a tu punto de partida”.

Con esto empezó a caminar en línea recta, dejando a su espalda su hogar. Ante sus ojos se asentaba un gran campo de maleza a media altura. Como nunca había caminado por ningún terreno que no fuera plano y sin obstáculos. Sus largas piernas le ayudaban un poco a contrarrestar la maleza, pero aun así su energía se agotaba. Sin esperárselo la maleza había desaparecido entre sus piernas, con un vistazo hacia el suelo diviso una superficie de color blanco que tenía una extensión de unos quinientos metros cuadrados, no solo uno parecía que había un número considerable de estos de diferente extensión y forma. Sal-07 se agacho a tocar la superficie por la cual andaba, a la vista parecía plana pero al tacto de la mano se sentían unos leves pinchos. Se puso a descansar un poco. Se puso a observar su alrededor, las placas parecen que tienen un forma ordenada y también parece que abren un camino entre la maleza.

Andar por las placas era relativamente fácil y cómodo, pero estas no seguían la línea recta imaginaria que estaba siguiendo. No le importaba demasiado ya que en la parte trasera del mapa de los túneles iba anotando referencia sobre su dirección, con la intención de que le sirvan de guía para volver a casa. El día parecía que pronto le iba a dejar sin luz, lo cual era un problema, aunque con la vista ya hacía tiempo que había divisado el final de las superficies blancas.

Para su disgusto al terminar con el camino de planchas blancas, se encontró con un terreno rocoso y muy escarpado. Sin perder tiempo tenía que cruzar ese terreno, antes de que la noche lo atrapara dentro. Las rocas le arañaban fácilmente la piel así que debía de ir con mucha precaución. Se detuvo al ver que en la cima de una roca había otro ser.

Con temor se acerco lanzando diferentes saludos con la esperanza de que le devolviera alguno. Su calma mermaba con cada paso que daba, pero no debía de tener miedo porque el ser extraño al que se acercaba podría tener el preciado ADN que tanto ansiaba. A pocos pasos se dio cuenta que la figura no reaccionaba a su presencia, esto podría ser una cosa buena o muy mala. Al fin estaba enfrente del ser y este seguía sin reaccionar lo más mínimo.

 Sal-07 que no entendía muy bien la situación dio un golpe suave con la mano al ser, esperando que despertara. Para su sorpresa se oyó un sonido metálico, en ese momento se dio cuenta que solo era una estatua metálica hueca vestida con una túnica rasgada. Lo más probable es que fuera una escultura de alguna civilización. Con el percance de la estatua había perdido demasiado tiempo, así que de forma apresurada se dispuso a salir del laberinto rocoso. Un pinchazo le recorrió todo el cuerpo, su visión se volvió borrosa en cuestión de segundos, sin entender nada notó como su cuerpo caía.